La 12, pero no de Boca……

 

Después de muchas tentativas fallidas, a causa de las lluvias,  por fin conseguimos coordinar nuestra ida a la estancia Liboria, que está ubicada en el Bajo Chaco,  en el Campo Moro,  a 2 Kms. de Cadete Pando, desvío en el kilómetro 160 de la 12, ruta que yo particularmente no conocía.

Salimos con nuestro equipo técnico a las 5:30 am, en el camino experimentamos,  por suerte solo un poco,  lo que es la renombrada 12,  cuando llueve. Nos agarró en el medio del viaje una llovizna, que ya fue suficiente para tener que usar los “botines de tapones altos”,  el 4x4 de la camioneta. No me imagino lo debe ser cuando llueve fuerte; y prefiero seguir así.

Al fin llegamos a nuestro destino cerca de las 10:30 am, enseguida ya nos recibió el número 10 del equipo, el capataz Don Ignacio, muy amable,  nos guio a que elijamos nosotros,  los postes de madera,  que usaríamos después en nuestros trabajos.

En la siguiente jugada, nos dirigimos al primer tajamar donde iríamos a trabajar en ese día. La misión: INSTALAR UNA BOMBA SOLAR FLOTANTE.

Ni bien llegamos ya empezamos a trabajar en equipo junto a Don Ignacio y su “línea de 3”,  ayuda que fue clave para que todo salga según lo planeado y sin contratiempos.

Bajo el sol del Chaco, el cual ya nos tiene acostumbrados,  no nos detuvimos y mojamos la camiseta para terminar el trabajo…. mientras el personal de la estancia plantaba los postes para nuestros soportes, nosotros ya adelantábamos haciendo la parte de conexión de nuestra bomba flotante en el tajamar y la sensorica en el tanque.

Una vez plantados de la mejor manera los postes,  fijamos nuestros paneles y el controlador; cuando eso ya habían pasado, sin darnos cuenta, casi 3 horas del partido y el calor no nos perdonaba, pero lo superamos con muy buena onda, como siempre nos gusta trabajar!.

Todo conectado, procedimos a las pruebas y medidas;  y sin ningún inconveniente,  todo de maravilla,  nos pusimos a recoger todas nuestras herramientas y materiales, con el deber cumplido del primer partido concluido en el establecimiento.

Ya era de tardecita cuando estábamos tomando un merecido terere bajo un imponente árbol,  ya en el casco de la estancia, llega el propietario que nos recibe por demás bien.

Un poco más tarde, después de acomodarnos, donde pasaríamos la noche, se vino la tradicional ronda  de charla, intercambiando con los presentes,  anécdotas e historias que nunca se olvidan, un momento de risas,  muy tradicional ya en nuestros viajes.

Al amanecer,  ya estábamos todos listos de nuevo para el segundo partido,  pero ahora se nos sumó al team, un jugador clave,  que nos acompañó y trabajo mucho a la par,  que fue el propietario, al cual estamos agradecidos.

Como el segundo tajamar al que teníamos que instalar nuestra segunda bomba solar era similar al del día anterior,  el trabajo fluyo con mucha más sintonía,  y bajo un sol más benevolente con estos prójimos,  realizamos una estrategia coordinada,  felizmente dejando a todos muy satisfechos.

Terminamos cerca del mediodía y como desde el primer contacto,  la hospitalidad de la estancia Liboria nos brindó un rico almuerzo; terminamos de comer y nos despedimos agradeciendo mucho el trato que tuvieron con nosotros y con “la 12” seca, sin barro,  metimos viaje de vuelta de la mejor forma.

​

Van las fotos de los partidos jugados……